sábado, 25 de octubre de 2014

Al mundo le falta el alma

El pasado lunes 20 de octubre acudía a Libertad 8 invitado a participar en una gala extraordinaria que se llamaba “Rarezas”.  Como conté en la propia gala, en un principio pensé en no acudir ya que no encontraba alguna canción “rara” que presentar.  Pero finalmente recordé dos que podrían ajustarse al programa, especialmente esta que os presento hoy, y de la que recuerdo, mi madre decía que era una canción rara. Además, hurgando en la ajada carpeta fabricada con papel de estraza, descubrí que fue rara hasta en la forma de nacer; el 29 de abril del 87 escribo un poema titulado “sobre mi sueño” (del que me queda por averiguar si llegó o no a ser canción) que es la síntesis de la letra de “Al mundo le falta el alma” con fecha de composición del mismo mes pero del año 1995 y archivada como conviene en el Registro de la Propiedad Intelectual, el día 9 de junio de 1995 con el nº 32850.

Redescubriendo esta vieja canción no hago otra cosa que decirme: “Vale, “Al mundo le falta el alma”,  y  tú, ¿cuidas la tuya?”. Y volviéndola a cantar resucito viejas heridas de ayer, pues aunque si hoy mi “filantropía” tiene una buena relación con mi “misantropía”, antaño no ocurría así.  No tenía una visión cuántica del asunto y eran dos sentimientos antagónicos que reventaban en mis entrañas. No me resultaba fácil amar y apostar con locura al ser humano a la par de la certeza de que bien por miedo, soberbia, avaricia, maldad… el hombre está condenado a ser su mayor enemigo. ¡Desconfío también con locura del ser humano! Tengo la terrible certeza de que el hombre siempre traicionó y traicionará al hombre y ese, es el principio del fracaso, de las guerras, del hambre, de la desigualdad, de la injusticia, de la barbarie, del desamor…
Esta canción retrata, de alguna manera, esta contradicción que a muchos nos acompaña en nuestra vida. Visto, desde luego, desde mi propio sentir y no tratando de sentar cátedra ni nada por el estilo.

La letra dice así:


¡ Cuántas veces miré por esa ventana !
Por el cielo volé sin tener alas.
Almas toqué sin perder nada...
Sería absurdo, tal vez, tener esperanza
ya que al mundo, lo sé, le falta el alma.

Y no puedo decir que soy distinto,
amor y odio al fin, hay en mi sitio.
Que me pueden comprar
y trazar mi destino.
estoy sólo sin más,
me maneja el instinto.

¡ Cuántas veces reír y se llora por dentro !
¡ Y cuántas maldecir estar vivo o muerto!;
el principio y el fin siempre surgiendo.
Ya no puedo creer ni tener alas
ya que al mundo, lo sé, le falta el alma.

Los valores de hoy, tan personales,
son como un maratón y en formas tales
¿dónde cae el telón y el ser humano
deja de ser actor y cotidiano?

Si en el anochecer de mis palabras
una brizna de piel me iluminara...
¡ Si no fuera a estallar
y partirme en silencio !
¡ Si no fuera a explotar
y a volar mi cerebro ...!






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